miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Aliados? de la Segunda Guerra Mundial


La versión simplificada de la Segunda Guerra Mundial nos dice que los Aliados (principalmente el Imperio Británico, Francia y luego también Unión Soviética y Estados Unidos) derrotaron a las potencias del Eje (principalmente Alemania, Italia y Japón). Esta sobresimplificación esconde algunos episodios muy interesantes de la contienda.

Los bandos no actuaron al unísono (la URSS no declaró la guerra a Japón hasta casi el final de la guerra), hubo muchas más naciones involucradas en la guerra (China, Polonia, Siam, Finlandia...), naciones neutrales invadidas por las potencias beligerantes (Bélgica, Países Bajos, Noruega... por el Eje, Irán por los Aliados)... Mención especial requiere España, con la ocupación de Tánger y su política de los tres frentes: aliado de Alemania contra la URSS (División Azul de voluntarios), neutral en la guerra entre Estados Unidos y Reino Unido contra Alemania, y enemigo (aunque no beligerante) de Japón en su guerra contra los Aliados.

En esta entrada voy a detallar algunas fricciones entre los Aliados, que veremos superaron el grado de escaramuza en muchas ocasiones.

Reino Unido y Francia contra la Unión Soviética

El 23 de agosto de 1939, una semana antes del ataque alemán a Polonia, se firma en Moscú un tratado de no agresión entre la Unión Soviética y Alemania. Los protocolos secretos del pacto permitieron que durante los siguientes meses la Unión Soviética fuese tomando control de las regiones orientales de Polonia, Finlandia y Rumanía, así como la completa anexión de los Países Bálticos. Mientras tanto, la Unión Soviética permanecía técnicamente neutral en el conflicto que enfrentaba a los Aliados y Alemania, aunque proveía a esta última de una importante ayuda económica (por ejemplo, 16 millones de barriles de petróleo entre enero de 1940 y junio de 1941).


Esta situación preocupaba a Francia y Reino Unido, que empezaron a plantearse el modo de neutralizar a la principal nación amiga de Alemania. Una opción sería apoyar a Finlandia, involucrando quizás a otros países nórdicos, acompañados de diversos ataques estratégicos. Un informe presentado en febrero de 1940 concluyó que el principal talón de aquiles de la Unión Soviética era su producción de petróleo, centralizada en el Cáucaso. Comenzaba así la llamada "operación Pike".

El informe indicaba que un ataque aéreo sobre esas instalaciones podría dañar gravemente el potencial militar soviético, pero también que esta operación requeriría el apoyo (al menos logístico) de Turquía. Sin embargo este país se negaba a verse involucrado en la guerra (pese a ser, sobre el papel, un aliado de Reino Unido). La única opción que restaba era atravesar el espacio aéreo de Turquía o de Persia sin el consentimiento de sus gobiernos.

Entre marzo y abril de 1940 se llevaron a cabo varios vuelos de reconocimiento sobre Baku y Batumi. Los aviones, unos Lockheed 14 modificados, estaban basados en Irak y fueron recibidos con fuego antiaéreo y el despegue de interceptores soviéticos.

El 1 de Abril se habían preparado ya en el área 48 nuevos bombarderos Bristol Blenheim Mk IV, complementados por un puñado de Vickers Wellesley con capacidad de bombardeo nocturno. Los franceses esperaban poder reunir 65 bombarderos Glenn Martin Maryland y un par de docenas de Farman 222, que podrían estar disponibles en Siria a mediados de mayo de 1940. Sin embargo, el 15 de mayo la Wehrmacht ocupaba ya media Bélgica y se adentraba en territorio francés rumbo a París. La operación Pike tuvo que ser cancelada.


Francia contra el Reino Unido

Francia firmó el armisticio el 22 de junio de 1940. Poco después de haber ganado a Italia como nuevo enemigo, Reino Unido había perdido a su único aliado. Esto que no era precisamente un pequeño contratiempo, se convertía en una pesadilla si se consideraba la situación de la flota francesa.

La Marine Nacionale era en 1940 la cuarta armada más poderosa del momento. Contaba con 1 portaaviones, 2 cruceros de línea, 5 acorazados, 19 cruceros y una multitud de buques más pequeños. Tras el armisticio, la mayor parte de esa flota estaba estacionada en bases en Senegal, Marruecos y Argelia así como bloqueada en bases británicas como la de Alejandría. Temeroso de que esta flota pasase a manos el Eje, el 3 de julio, Reino Unido lanza la operación Catapulta.

Los buques franceses son inmovilizados o capturados por todo el mundo. En Alejandría quedan inmovilizados el acorazado Lorraine, así como los cruceros Duquesne, Tourville, Suffren y Duguay-Trouin. Del mismo modos, en las Antillas queda también inmobilizado el portaaviones Béarn. Sin embargo, no todas las acciones fueron tan incruentas.



Una escuadra británica fracasa en su intento de rendir los buques estacionados en la base argelina de Mers el-Kébir el 3 de julio. Como resultado, la flota británica abre fuego sobre los buques franceses, hundiendo el acorazado Bretagne y dejando fuera de combate al crucero de batalla Dunkerque, el acorazado Provence y un destructor. 1729 franceses perdieron la vida en este ataque, una cifra no muy inferior a las 2400 bajas americanas en el mucho más conocido ataque japonés a Pearl Harbor.

Las autoridades de Vichy tendrían su venganza. Se ordenó a la fuerza aérea que bombardease el puerto británico de Gibraltar desde sus bases en Marruecos. 5 aviones bombardearon Gibraltar en la noche del 4 de julio, y otros 5 Glenn Martin a la madrugada siguiente, causando daños menores.

El 8 de julio, aviones británicos bombardearon el puerto senegalés de Dakar desde el portaaviones Hermes, dañando gravemente al acorazado francés Richelieu. La respuesta francesa fue preparar un ataque sobre la colonia británica de Freetown. Pese a que se llegó a trasladar a la zona un escuadrón de 19 cazas Curtiss y 22 bombarderos Glenn Martin, la operación fue cancelada.

En septiembre de 1940 se produce un nuevo ataque británico y un intento de invasión en Dakar. El gobierno de Vichy respondió bombardeando de nuevo Gibraltar: 60 aviones de bombardeo protegidos por 23 cazas lanzaron 45 toneladas de bombas sobre la colonia británica. Simultáneamente, varios torpederos franceses intercambiaron disparos con las fuerzas navales del Estrecho. Al día siguiente una fuerza mayor de 81 aviones lanzaría 56 toneladas de bombas, en lo que sería el último ataque francés sobre Gibraltar.


Francia y Reino Unido contra Francia y Estados Unidos contra Francia

El resto es más conocido. Durante los meses siguientes, Churchill apoya a Charles De Gaulle, el líder de las fuerzas francesas libres. La Francia Libre controlaba un cierto número de colonias francesas alejadas de Europa, y con el apoyo británico comienzan una campaña para tomar el control de más territorio (Siria, Líbano, Gabón, Madagascar...). De este modo, Reino Unido se involucró activamente en una guerra civil dentro de una potencia técnicamente neutral.

Estados Unidos se oponía frontalmente a esta política, siendo este asunto la principal nota discordante entre las dos naciones aliadas. Roosvelt confiaba en otro general francés, Henri Giraud, para devolver a Francia al campo Aliado. Capturado por los alemanes al comienzo de la guerra, consiguió escapar de sus captores y salir de Europa con ayuda de la Resistencia Francesa. Estados Unidos esperaba ponerle al mando de las fuerzas francesas tras la operación de invasión del norte de Áfricaoperación Torch, en noviembre de 1942.

Invasión anfibia de Argelia. Los soldados muestran la bandera americana con esperanza de que los franceses no abriesen fuego.
Al no conseguir ser nombrado comandante en jefe de la operación (cargo que se reservó para Eisenhower), Giraud decidió quedarse en Gibraltar al margen de las operaciones. Esto permitió que el comandante de todas las tropas francesas de Vichy, el general François Darlan, que se encontraba curiosamente de visita secreta en el norte de África, negociase su defección a los Aliados. El represivo régimen de Vichy, con sus campos de concentración incluídos, seguiría intacto en el Norte de África bajo las órdenes de Darlan, aunque ahora colaboraría con Reino Unido y Estados Unidos.

Este inesperado giro de los acontecimientos no sentó bien en ninguno de los campos. Que el comandante en jefe de todas las tropas francesas colaborase con los Aliados provocó el enfado de Hitler y precipitó su decisión de invadir y ocupar toda la Francia de Vichy. Que un colaboracionista quedase al mando en el Norte de África sentó muy mal a los líderes de la Resistencia y la Francia Libre, que organizaron un complot para asesinar a Darlan.

Darlan fue sucedido por Giraud, que siguió inicialmente la política de su predecesor, encarcelando a muchos de los agentes de la Francia Libre en la zona y privando de la nacionalidad francesa a los judíos argelinos. Los territorios franceses no ocupados estaban ahora divididos entre los continuistas de Vichy, bajo la protección de Washington, y las fuerzas de la Francia Libre de De Gaulle, bajo la protección de Londres, que querían regresar al orden republicano anterior al armisticio. Su unión en una única organización no tendría lugar hasta junio de 1943, no sin muchas dificultades y pese a la oposición de Roosevelt. En ese momento, Giraud se puso a las órdenes de De Gaulle en el nuevo Comité Francés de Liberación Nacional.

Giraud y De Gaulle durante la Conferencia de Casablanca 
Fuentes:

1 comentario:

Lansky dijo...

La verdad está een el matiz y el detalle, siempre