lunes, 16 de abril de 2012

Los españoles hemos sido siempre un poco manirrotos...


Como recomendación de un miembro de la corrala, estoy leyendo "The Mystery of Banking" escrito por Murray N. Rothbard (en este link una versión gratuita en pdf). En este libro se explica el funcionamiento de los bancos, tanto dentro del sistema fraccionario actual como los sistemas anteriores. Poca historia sobre la economía española me iba a encontrar en un libro que habla del sistema bancario mundial, pensaba yo. Craso error.

El autor comienza explicando el primitivo sistema de trueque y la elección de uno de los objetos de trueque (por ejemplo, metales preciosos) como moneda de intercambio por pura comodidad y eficiencia. Muchas monedas empezaron representando simplemente una cierta cantidad de oro. Sin embargo, la definición dependía del gobierno, y no era extraño que se cambiase con el objetivo de obtener más recursos.

Rothbard pone el siguiente ejemplo (la traducción del inglés es mía):

"Digamos que el rur, la moneda del reino mitológico de Ruritania, vale 20 gramos de oro. Un nuevo rey asciende al trono, y, viéndose sin dinero, decide hacer el siguiente truco para obtener recursos. Anuncia un gran programa de reacuñado de todas las monedas de oro del reino, todas ellas gastadas y con la cara del viejo rey estampada en ellas. El nuevo rey se compromete a devolver el mismo número de rurs que le hayan sido entregados sin ningún coste.

Una ganga, pensarán. Salvo por un pequeño detalle: Durante el reacuñado, el rey cambia la definición del rur de 20 a 16 gramos. Él se queda ese porcentaje extra de oro, acuñando nuevas monedas y llenando de este modo sus propias arcas."

Este proceso de degradación (debasement) de la moneda fue muy habitual a lo largo de la historia, y siempre provocaba un aumento general de los precios (inflación). Podemos encontrar ejemplos desde el Imperio Romano hasta tiempos modernos. El primero que menciona el autor es el de la livre tournois francesa, que pasó de valer 98 gramos de plata en 1200 a 11 gramos en 1600. Sin embargo, el ejemplo más sorprendente para el autor es el caso español en la Baja Edad Media:

"El dinar, acuñado por primera vez a finales del siglo VII, consistía de 65 granos de oro. Los sarracenos, notablemente capaces en cuestiones monetarias, mantuvieron el peso del dinar relativamente constante, y tan tarde como mediados del siglo XII el dinar valía todavía más de 60 granos de oro. En ese punto, los reyes cristianos conquistaron [la mayor parte] de España, y ya a comienzos del siglo XIII el dinar (ahora llamado maravedí) valía sólo 14 granos de oro. Pronto la moneda se volvió demasiado pequeña para circular, y se convirtió en una moneda de 26 granos de plata. Pero no tardó en degradarse aún más, y para mediados del siglo XV el maravedí contenía ya sólo un grano y medio de plata, de nuevo demasiado pequeño para circular..."

Todo un ejemplo de redefinición de moneda en un tiempo record...

Imagen: Maravedí acuñado por Alfonso VIII en 1220. Imagen de dominio público.

2 comentarios:

Javi Crespo dijo...

Un post muy oportuno e interesante :)
Me ha gustado bastante. Y muy curioso comprobar cómo ciertos comportamientos (incluso los comerciales) son casi tan viejos como el hombre :)

Salu2

http://javicrespo.blogspot.com.es/

Anónimo dijo...

Qué canteo! Supongo que los reyes de aquella época necesitaban mucha pasta para financiar la reconquista